Tel Aviv: Nacido en las Dunas

1909

En el año 1909, un grupo de 66 familias judías decidió dejar atrás la agitación y las condiciones insalubres de la ciudad de Jaffa para fundar algo nuevo: un barrio moderno que pronto se convertiría en Tel Aviv, una de las ciudades más icónicas de Israel.

Un Sorteo en las Dunas

El proyecto fue organizado por la sociedad constructora Ahuzat-Bayit, fundada con la ayuda financiera del Fondo Nacional Judío. Adquirieron doce acres de dunas de arena al norte de Jaffa, un terreno que parecía desolado pero que albergaba sueños de renovación.

En abril de ese mismo año, las familias se reunieron en las dunas para sortear las parcelas de tierra mediante un sistema único. Akiva Arye Weiss, presidente de la sociedad, organizó el sorteo con 120 conchas recolectadas de la playa: 66 blancas para los nombres de las familias y 66 grises para los números de las parcelas. Dos niños, uno para cada tipo de concha, se encargaron de extraer los nombres y asignar los terrenos. Así, en un acto lleno de simbolismo y esperanza, nació Tel Aviv.

La Fotografía que Capturó la Historia

Este evento histórico fue inmortalizado gracias a la casualidad. El fotógrafo Avraham Soskin se encontraba paseando por las dunas con su cámara y su trípode cuando se cruzó con la reunión. Aunque no fue invitado, logró capturar imágenes que ahora son parte esencial de la memoria histórica de la ciudad.

De Dunas a Calles y Hogares

1911

En menos de un año, las dunas comenzaron a transformarse. Las primeras calles, como Herzl, Ahad Ha’am y Lilienblum, fueron trazadas, un sistema de agua fue instalado, y 66 casas fueron construidas. Este nuevo barrio simbolizaba el renacimiento judío, una idea que también se reflejó en su nombre: Tel Aviv. Inspirado por la traducción hebrea del título de la novela de Theodor Herzl, Altneuland (“Vieja Nueva Tierra”), el nombre combinaba “Tel,” que representa capas de civilización antigua, y “Aviv,” que significa primavera, simbolizando renovación.

Rothschild Boulevard y el Legado Sionista

El lugar del sorteo de 1909 es hoy el Boulevard Rothschild, una de las áreas más vibrantes de Tel Aviv. Este emblemático bulevar lleva el nombre de Barón Edmond de Rothschild, un banquero francés cuya visión y apoyo financiero al movimiento sionista ayudaron a transformar el sueño en realidad. Además, en este boulevard se encuentra el Salón de la Independencia, donde en 1948 se declaró la fundación del Estado de Israel.

Transformar el Desierto en Hogar

1922

El éxito de Tel Aviv no fue solo urbano, sino también agrícola. La técnica ancestral de plantar trigo en arena, seguida por cultivos resistentes y, finalmente, árboles frutales y olivos, permitió transformar el desierto en tierras fértiles. Este conocimiento, combinado con investigación agrícola moderna, sentó las bases para el desarrollo sostenible de Israel.


(Photo credit: Avraham Soskin / Wikimedia Commons).

Un Símbolo de Renovación y Esperanza

Hoy, Tel Aviv es más que una ciudad; es un símbolo del espíritu emprendedor y la capacidad de transformar sueños en realidad. Lo que comenzó con un sorteo de parcelas en las dunas es ahora una metrópolis vibrante que combina historia, modernidad y esperanza para el futuro.

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